Errores al preparar café: los “mistakes” más comunes que pueden evitarse

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Aviso para principiantes, hoy desvelemos errores al preparar café que tienen fácil solución.

A pesar de ser un producto que consumimos a menudo, y cuya elaboración es muy simple y sencilla, para preparar una perfecta taza de café hay que seguir una serie de pasos específicos para conseguir que tenga todas las propiedades necesarias para que contenga un aroma y un sabor espectacular.

En la actualidad, según el “I Estudio sobre los hábitos del consumo de café en España”, el 90% de los mayores de 45 años consume esta bebida y un 70% lo hace a diario. Y es que, indudablemente ya es un hecho más que consolidado que la población española siente predilección por el café.

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Del éxito de un café bien preparado dependen varios factores como son el tipo de cafetera que se utilice para elaborarlo o el lugar donde lo conservamos. Evitar errores al preparar café es sencillo si sabes cómo.

Aquí os dejamos los pasos que debéis seguir si queréis conseguir la mezcla perfecta y el resultado idóneo:

  • En primer lugar, hay que comenzar por la parte más básica del proceso, la compra de la materia prima. Al igual que cuando queremos preparar una receta exquisita acudimos al mejor puesto del mercado para comprar los mejores alimentos, con el café ocurre lo mismo. Tienes que asegurarte de ir a la tienda perfecta, a ser posible experta en café, y dejarte aconsejar por los mejores cafeteros. Aunque la opción más fácil y sencilla es acudir a un supermercado, ésta no es la forma más adecuada ni aconsejable ya que el producto que se vende en estas superficies es de muy baja calidad.
  • Además, una vez estés en la tienda perfecta para comprarlo, debes fijarte en dos cosas que resultan de vital importancia durante el proceso de preparación: la fecha de cosecha y la de torrefacción. Y os preguntaréis, ¿tan importantes son estos factores? En efecto. En cuanto a la fecha de cosecha, es imprescindible que oscile entre los seis meses o incluso menos y, con respecto a la fecha de torrefacción, si es posible que sea menos de dos semanas será perfecto para poder exprimirlo al máximo. Aún así, si es posible, apuesta por cafés de tueste natural. Puedes ver las diferencias entre uno y otro en nuestro post: ¿Tueste natural o torrecfacto?
  • Otro de los fallos más comunes que se suelen cometer es el de comprar café ya molido. Aunque resulte mucho más laborioso, el café pierde muchas propiedades una vez está molido, tanto que comienza rápidamente a oxidarse, por lo que lo más aconsejable es que éste se muela 10 o 15 minutos antes de su preparación. Pero, como en la gran mayoría de los casos, si no tienes un molinillo en casa con el que molerlo, coméntale a la persona que te atienda cuando compres tu café el tipo de cafetera que vas a utilizar, y ellos podrán molértelo al instante.
  • Una vez puestos en acción y con las manos en la masa, tendremos que fijarnos mucho en el agua y su temperatura perfecta, ya que éste es uno de los fallos más comunes. Si lo vas a preparar con una cafetera italiana o una expreso, el proceso no depende de ti. Pero, si por el contrario, prefieres los procesos más artesanales y cuentas con una Chemex, la temperatura del agua tiene que oscilar entre los 90 y los 95 grados. Ya que se trata del ingrediente más importante junto al café, debes estar muy pendiente de que ésta no esté, en resumen, ni muy fría ni hirviendo.
  • Como hemos comentado anteriormente, la adecuada conservación del café es indispensable para conseguir el mejor resultado. Para ello, debemos mantenerlo en un lugar donde pueda estar lo más fresco y seco posible, por lo que un recipiente hermético es la mejor alternativa para que no tienda a oxidarse y así poder conservar todas sus cualidades.
  • Siguiendo con el proceso, y mencionando de nuevo a uno de nuestros elementos estrella, el agua, no podemos dejar de deciros que usar agua del grifo es uno de los pecados capitales a la hora de preparar un buen café. Y es que, si eres de paladar exquisito y no te conformas con cualquier cosa, es tan grande la diferencia entre echar agua del grifo y agua embotellada que, una vez pruebes la segunda opción, no podrás volver a la anterior.
  • Las cantidades tienen que ser nuestras aliadas si queremos conseguir el mejor elixir. Y es que, como cuando preparas postre y te encargas de medir al milímetro todos los ingredientes, con el café ocurre exactamente lo mismo. En definitiva, éste debe contener la cantidad perfecta de café y agua.
  • Como ocurre con la sal, para los que prefieren el café con un sabor más azucarado, antes de echarle el terrón es necesario probarlo para notar el sabor que ha ido cogiendo la bebida. Y es que, aunque los expertos cafeteros recomiendan tomarlo sin nada de azúcar, bien es cierto que se trata de un producto amargo y al cual no están acostumbrados muchos paladares.
  • Aunque pueda parecernos que está muy caliente o que es mejor que repose durante unos minutos, nada más lejos de la realidad. El café es una bebida que se tiene que disfrutar al instante en el que se prepara, ya que, de lo contrario, el sabor y el aroma cambian de forma radical.
  • Por último pero no menos importante, llega el factor limpieza. En todo proceso de elaboración de un producto o de una receta, la buena limpieza de los utensilios nos ayudará a sacar el máximo rendimiento a nuestras posteriores preparaciones. Lavar con agua bien caliente tanto el filtro como los demás accesorios que has ido utilizando durante el proceso y hacerlo lo antes posible, puede evitar la proliferación de bacterias y el mal sabor del café, así como el deterioro de nuestra cafetera.

Así que ya sabes, si te apetece meterte de lleno en el magnífico mundo del café y aprender las mejores técnicas para su preparación, sigue nuestros pasos y conseguirás que tu café tenga el mismo sabor y el mismo aroma que si estuviese recién servido por un maestro cafetero.

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