Ruanda es conocido como el país de las mil colinas, cuenta con un clima y una topografía idónea para cultivar café de muy buena calidad. Después del genocidio de 1990, la población encontró esperanza de futuro en las plantaciones de café. Gracias a organizaciones de desarrollo extranjeras, la ayuda llegó a Ruanda para apoyar la producción de café como conductor de la economía.

El gobierno pronto comprendió que no podían competir en cuanto a cantidad de producción, pero sí podían hacerlo en calidad. Han invertido mucho tiempo, energía y recursos en desarrollar una red de beneficios húmedos comunes, donde se procesan los microlotes de las fincas en las diferentes zonas. Esta decisión política ha dado sus frutos, ya que Ruanda ha ganado muy buena reputación en la escena internacional del café de especialidad.

Los productores de las colinas del norte de Ruanda cultivan café en altitudes elevadas de 1.850 a 2.200 metros sobre el nivel del mar; el resultado es un café dulce y azucarado con frutos del bosque, caramelo y notas florales.

Gakenke, provincia del norte de Ruanda, es perfecta para producir cafés de alta calidad.

Además de procesar cerezas de pequeños agricultores, esta finca familiar también tiene una finca empresarial que consta de 30.000 árboles. La mayoría de los árboles son Red Bourbon. Utilizan la granja para demostrar las mejores prácticas agronómicas a los agricultores contribuyentes.

Para desarrollar los sabores ricos y complejos de este café, se recogió maduro, se clasificó y se cuidó meticulosamente durante 48 días de secado. El resultado final es una atractiva y exuberante taza de café con notas de arándanos, chocolate negro y frutos del bosque.

Se caracteriza por su cremosidad y sutíles notas aromáticas a pomelo y té negro. Recomendado para espresso y preparaciones con leche.